¿El dolor en el talón está afectando tu día a día? En Clínica Arriaga, ofrecemos una solución definitiva a la fascitis plantar mediante la cirugía mínimamente invasiva (MIS). Este tratamiento alivia el dolor de manera eficaz, sin cicatrices visibles y con una recuperación rápida.
La fascitis plantar es una inflamación de la fascia, el tejido que conecta el talón con los dedos del pie. Esta afección se manifiesta principalmente como un dolor punzante en el talón, especialmente al dar los primeros pasos tras descansar o al final de una jornada intensa.
Entre los síntomas más comunes destacan:
Las principales causas incluyen sobrecarga en la fascia por actividades de alto impacto, uso de calzado inadecuado, sobrepeso o largas jornadas de pie.
En Clínica Arriaga, recomendamos considerar la cirugía MIS si:
Cada caso es evaluado por nuestro equipo de especialistas para garantizar el tratamiento más adecuado.
La cirugía elimina la causa de la inflamación, permitiéndote caminar sin molestias.
Gracias a la técnica MIS, podrás apoyar el pie desde el día siguiente a la intervención.
Pequeñas incisiones que minimizan el impacto estético y aceleran la curación.
Dolor crónico, que puede extenderse al arco del pie o al tobillo.
Limitación de actividades diarias, como caminar o estar de pie durante largos periodos.
Desgaste en otras articulaciones, como las rodillas o la columna, debido a compensaciones al caminar.
El tratamiento quirúrgico mediante la técnica mínimamente invasiva (MIS) es una solución eficaz para la fascitis plantar.
La intervención se realiza con dos pequeñas incisiones de menos de un centímetro a nivel del talón. A través de estas, se introducen herramientas específicas y una cámara endoscópica para tratar la fascia afectada de manera precisa.
En menos de 4 semanas, la mayoría de los pacientes recuperan su funcionalidad completa.
No, el procedimiento se realiza con anestesia local, y las molestias postoperatorias son mínimas gracias a la técnica MIS.
En general, los pacientes pueden volver a caminar con normalidad en menos de 4 semanas, dependiendo de la respuesta individual al tratamiento.
Sí, la cirugía corrige la inflamación de la fascia, eliminando el dolor y evitando recaídas.
Sí, el apoyo del pie está permitido desde el día siguiente, facilitando una recuperación más cómoda y rápida.
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